El estilo costero ha conquistado la decoración contemporánea con su capacidad para transformar cualquier hogar en un refugio de calma y frescura. Inspirado en la luz del Mediterráneo, el encanto del Atlántico o la serenidad del mar del Norte, este estilo combina muebles de líneas sencillas con materiales naturales para crear espacios acogedores y llenos de armonía.
Más allá de su atractivo visual, esta tendencia es una invitación a vivir en un ambiente más relajado y ligero. Los tonos blancos, arena y azul evocan la amplitud del horizonte marino, mientras que la madera lavada, el ratán y los tejidos de algodón aportan una calidez sutil y elegante. La clave está en lograr una estética equilibrada, fresca y sin artificios.
Si quieres transformar tu hogar con una estética luminosa y relajada, aquí tienes 10 muebles y complementos imprescindibles para conseguirlo. Descubre cómo cada pieza puede acercarte a esa sensación de verano eterno sin salir de casa.
Los 10 muebles y complementos esenciales para un hogar de estilo costero
1. Sofá en tonos claros y tejidos naturales
Un sofá en tonos claros es la pieza clave para lograr un auténtico estilo costero en casa. Los modelos en lino, algodón o rafia aportan una sensación de frescura inigualable, dejando que la luz natural se refleje y amplíe los espacios. Los tonos arena, blanco roto o azul celeste son ideales para evocar la calma del mar y la suavidad de la brisa marina.
La elección del tejido es fundamental para mantener un equilibrio entre estética y funcionalidad. El lino, con su caída relajada y su textura ligera, es perfecto para potenciar la sensación de frescor, mientras que el algodón es más resistente y fácil de limpiar. Para un toque artesanal, los sofás de rafia o con detalles trenzados añaden profundidad y personalidad a la decoración.
Además de su belleza, estos sofás destacan por su versatilidad. Se integran fácilmente con otros muebles de estilo costero como mesas de madera lavada o alfombras de yute, creando ambientes relajados y acogedores. Para un extra de estilo, se pueden complementar con cojines en tonos aguamarina o estampados de rayas, consiguiendo ese equilibrio entre lo sofisticado y lo desenfadado que define este tipo de interiores.
Si buscas una pieza que transforme tu salón en un refugio costero, opta por un sofá en colores suaves y tejidos naturales. Su capacidad para aportar calidez y luminosidad lo convierte en un imprescindible en la decoración de cualquier hogar inspirado en el mar. Además, su combinación con fibras vegetales y accesorios marineros logrará una armonía visual perfecta, ideal para disfrutar de momentos de descanso con un aire de vacaciones eternas.
2. Mesa de centro de madera lavada o reciclada: el alma del salón
Una mesa de centro de madera lavada o reciclada es la pieza clave para anclar la decoración en un salón de estilo costero. Sus tonos claros y su acabado envejecido aportan una sensación de ligereza y frescura, evocando la madera desgastada por el sol y la brisa marina. Además de su estética natural, su versatilidad permite combinarla con distintos tipos de muebles sin perder coherencia.
Para potenciar el aire costero, lo ideal es optar por mesas en madera decapada, con vetas visibles y un acabado ligeramente blanqueado. Este tipo de tratamiento aporta textura y profundidad, además de reflejar mejor la luz natural. También funcionan muy bien las versiones en madera reciclada, que, además de ser una opción sostenible, aportan un carácter único con sus pequeñas imperfecciones y tonalidades desgastadas.
Si buscas un punto de contraste sin perder la esencia del estilo costero, las mesas con patas de metal o detalles en cristal pueden ser una excelente alternativa. El cristal aporta ligereza visual y ayuda a que los espacios pequeños se sientan más amplios. En cambio, los detalles metálicos en blanco o negro equilibran la calidez de la madera y aportan un toque contemporáneo a la decoración.
Para un resultado impecable, combina la mesa de centro con cestas de fibras naturales, jarrones cerámicos en tonos arena y libros de temática marinera. Si el salón cuenta con un sofá en tonos claros, la madera lavada reforzará la armonía del conjunto sin sobrecargar el ambiente. En definitiva, una pieza funcional y con estilo que no puede faltar en una casa con alma mediterránea.

3. Aparador de fibras naturales
En el corazón del estilo costero, los aparadores de fibras naturales se convierten en piezas clave para aportar ligereza y calidez. Modelos en madera clara y ratán evocan la frescura de una casa junto al mar, mientras que los acabados envejecidos refuerzan ese aire relajado y atemporal. Su versatilidad permite integrarlos tanto en salones como en comedores, funcionando como un elemento práctico y decorativo a partes iguales.
Más allá de su función de almacenamiento, estos muebles pueden convertirse en auténticos puntos focales dentro de la decoración. En su superficie, una combinación de jarrones de cerámica azul, cestas de mimbre y pequeñas esculturas de coral aporta dinamismo sin saturar el espacio. Los tonos neutros de las fibras naturales actúan como un lienzo perfecto para incorporar detalles en blanco, arena o azul celeste, reforzando la estética costera.
Para potenciar su encanto, es clave jugar con la iluminación. Una lámpara de mimbre colgante o de sobremesa en lino aportará un brillo cálido y envolvente, realzando la textura natural del mueble. Complementarlo con espejos de ratán o marcos en madera lavada ayudará a reflejar la luz natural, logrando una atmósfera más amplia y luminosa sin renunciar a la sofisticación.
El estilo costero se construye a través de los detalles, y un aparador bien decorado puede transformar por completo la sensación de un ambiente. Introducir pequeñas conchas o caracolas en bandejas de madera aporta un guiño sutil al mar sin caer en lo temático. La clave está en el equilibrio: un mobiliario ligero, materiales nobles y una paleta cromática que invite a la calma, recreando la serenidad de una casa frente a la costa.
4. Sillas de ratán o mimbre
Las sillas de ratán o mimbre son un básico infalible en cualquier comedor o terraza de estilo costero. Su ligereza visual y acabado natural aportan frescura sin restar calidez, convirtiéndolas en piezas clave dentro de la decoración. Además, combinan a la perfección con mesas de madera lavada o cristal, creando espacios relajados y llenos de encanto.
Para potenciar su esencia marinera, lo ideal es acompañarlas con cojines en tonos arena o azul navy, dos colores fundamentales en los interiores de inspiración playera. Los tejidos en lino o algodón con estampados de rayas o motivos náuticos refuerzan aún más la atmósfera mediterránea, a la vez que suman un extra de confort a estos muebles tan versátiles.
Si el espacio es reducido, las sillas plegables de ratán son una opción práctica y elegante. No solo permiten optimizar el área disponible, sino que también ofrecen la posibilidad de guardarlas fácilmente cuando no se utilizan. En terrazas pequeñas o comedores con pocas dimensiones, esta solución mantiene la estética costera sin renunciar a la funcionalidad.
Gracias a su diseño atemporal, las sillas de ratán o mimbre se integran en distintos estilos decorativos. Desde ambientes clásicos hasta propuestas más modernas, estos muebles aportan textura y un aire desenfadado. Ya sea en interiores o exteriores, son una apuesta segura para lograr una decoración fresca y acogedora.

5. Lámparas de fibras naturales
La iluminación es un pilar fundamental en la decoración de estilo costero, y las lámparas de fibras naturales aportan esa luz cálida y envolvente que transforma cualquier espacio. Materiales como el ratán, el mimbre o el yute filtran la luz de forma sutil, creando un ambiente acogedor y relajado, ideal para potenciar la sensación de frescura en el hogar.
Las lámparas colgantes de ratán son un must en los interiores costeros. Su diseño ligero y trenzado proyecta sombras orgánicas que recuerdan los reflejos del sol sobre la arena. En comedores y salones, una lámpara de gran tamaño sobre la mesa se convierte en un punto focal elegante, combinando a la perfección con muebles de madera lavada y tonos neutros.
Para una iluminación más puntual, las lámparas de sobremesa con base de cerámica y pantallas de lino son la elección ideal. Su textura natural y acabado mate encajan a la perfección en mesitas de noche o rincones de lectura. Los modelos en tonos arena, azul suave o blanco envejecido refuerzan la estética relajada del estilo costero, aportando luz sin deslumbrar.
Ubicar correctamente la iluminación es clave para equilibrar la atmósfera del espacio. En el salón, las lámparas de pie de fibras vegetales añaden un toque desenfadado junto a un sofá en lino claro. En el dormitorio, una pareja de lámparas de mimbre en las mesillas crea un efecto armónico. Con la luz adecuada, cada rincón respira esa calma sofisticada que define la decoración costera.
6. Alfombra de yute o algodón
Si hay un elemento capaz de transformar un espacio con un solo gesto, esa es la alfombra. En un salón de estilo costero, las fibras naturales como el yute o el algodón aportan calidez sin perder frescura. Su textura orgánica y su resistencia las convierten en la opción ideal para zonas de paso, sumando confort sin restar ligereza visual.
El yute, con su tono arena y su acabado trenzado, encaja a la perfección con muebles de madera lavada y detalles en blanco roto. Su carácter rústico evoca la naturaleza, creando una base neutra que deja brillar el resto de la decoración. Por otro lado, las alfombras de algodón son más suaves y ligeras, perfectas para quienes buscan un tacto agradable bajo los pies.
Si quieres añadir un guiño marinero sin caer en tópicos, una alfombra de rayas azul y blanco es un acierto seguro. Inspirada en las casas de la costa atlántica, combina de maravilla con sofás en tonos claros y accesorios en fibras naturales. Además, al ser de algodón, su mantenimiento es sencillo, ideal para hogares con niños o mascotas.
El truco para acertar con la alfombra es elegir el tamaño adecuado. En un salón amplio, una alfombra grande unificará los distintos elementos de la estancia, mientras que en espacios pequeños, un modelo más compacto ayudará a delimitar zonas sin saturar el ambiente. Sea cual sea tu elección, esta pieza será el toque final perfecto para un hogar con auténtico aire costero.

7. Espejos de ratán o con marco blanco envejecido
Los espejos son aliados imprescindibles en la decoración de un hogar con estilo costero. Su capacidad para reflejar la luz natural y ampliar visualmente los espacios los convierte en un recurso infalible para conseguir interiores más luminosos y acogedores. Para potenciar este efecto, colócalos estratégicamente frente a ventanas o fuentes de luz, creando así un juego de reflejos que multiplicará la sensación de amplitud.
En la elección del diseño, las formas redondas u ovaladas son clave para suavizar el ambiente y reforzar la estética relajada de la costa. Un espejo de ratán aporta un toque orgánico y artesanal que encaja a la perfección con materiales naturales como la madera lavada o el lino. Si buscas un efecto más sofisticado, los marcos blancos envejecidos evocan la pátina del salitre y realzan el carácter atemporal de los muebles costeros.
Además de su función práctica, un espejo bien elegido puede convertirse en el punto focal de la estancia. En salones o recibidores, un modelo XL enmarcado en fibras naturales añade personalidad sin recargar el espacio. Para un toque más sutil, agrupa varios espejos de distintos tamaños creando una composición dinámica que refleje la esencia del estilo costero.
Si quieres llevar este recurso a dormitorios o baños, opta por espejos de ratán combinados con apliques de luz cálida. Este contraste de materiales aportará profundidad y calidez a la estancia sin perder frescura. Y si buscas un extra de encanto, los acabados envejecidos funcionan como un guiño al aire mediterráneo de las casas junto al mar, logrando una decoración elegante y natural.
8. Estanterías abiertas de madera clara
Las estanterías abiertas de madera clara son un básico imprescindible en la decoración de estilo costero. Su diseño liviano y natural permite crear espacios más amplios y luminosos, sin sobrecargar el ambiente. Además, al prescindir de puertas, aportan una sensación de frescura y ligereza que encaja perfectamente con la estética relajada de los hogares junto al mar.
Para un efecto armonioso, lo ideal es combinarlas con piezas en tonos neutros y detalles en azul, turquesa o arena. Los muebles de madera clara permiten jugar con la disposición de los objetos para conseguir una composición equilibrada y visualmente atractiva. Un truco infalible es alternar libros con pequeños elementos decorativos, dejando espacios libres para evitar una sensación de saturación.
Los accesorios inspirados en el océano son clave para reforzar el estilo costero. Una selección de libros de temática marina puede convertirse en el punto focal de la estantería, combinados con velas aromáticas en frascos de cristal esmerilado que evoquen la brisa del mar. Para un toque aún más sofisticado, las esculturas en forma de coral blanco o conchas decorativas aportan textura y un aire exclusivo a la composición.
Este tipo de muebles también son ideales para integrar materiales naturales y elementos reciclados, reforzando la conexión con la naturaleza que define la decoración costera. Cestas de mimbre o ratán pueden servir para organizar pequeños objetos, mientras que jarrones de cerámica con ramas secas o lavanda aportan un aire fresco y mediterráneo. La clave está en equilibrar la estética sin renunciar a la funcionalidad.

9. Cabecero de madera o ratán para el dormitorio
Un cabecero de madera o ratán es una pieza clave en la decoración de un dormitorio con estilo costero. Su diseño ligero y natural aporta esa sensación de calma y frescura propia de las casas junto al mar. Para lograr un ambiente armónico, lo ideal es optar por acabados en tonos arena, blanco roto o madera lavada, que combinan a la perfección con textiles en lino y algodón.
Si buscas un toque más auténtico, los cabeceros de ratán trenzado son una apuesta segura. Este material artesanal encaja a la perfección con otros muebles de fibras naturales y, además, es increíblemente versátil. Se pueden encontrar en versiones de líneas rectas para un look minimalista o con formas curvas que evocan el aire relajado de las casas mediterráneas.
Para los amantes del DIY, una opción interesante es personalizar un cabecero de madera con pintura efecto desgastado. Basta con aplicar una capa de blanco o azul pastel y lijar suavemente algunas zonas para conseguir ese aspecto envejecido tan característico del estilo costero. ¿Otra idea? Incorporar listones de madera reciclada para un diseño único con un aire rústico y marinero.
Independientemente del material elegido, el cabecero debe integrarse con el resto de los muebles del dormitorio. Complementarlo con mesitas de madera clara, lámparas de cerámica y cojines con estampados marinos reforzará la estética sin sobrecargar el espacio. El resultado: un refugio acogedor y con personalidad, donde cada detalle evoca la serenidad y la elegancia de la vida junto al mar.
10. Cojines y textiles en tonos arena y azul
Los cojines y textiles son el toque final que define cualquier espacio con estilo costero. Para lograr un ambiente fresco y evocador, los estampados juegan un papel clave: rayas marineras, inspiradas en las clásicas casetas de playa, motivos de corales que recuerdan el fondo marino o delicadas ilustraciones de caracolas y estrellas de mar que aportan sutileza y sofisticación.
La clave está en mezclar texturas y tejidos naturales. Linos y algodones en tonos arena y azul aportan frescura, mientras que acabados en gasa o muselina suman ligereza y movimiento. Para un efecto más acogedor, se pueden combinar con cojines en tonos neutros, como blanco roto o gris piedra, que aportan equilibrio y realzan la paleta cromática del conjunto.
Más allá del sofá, los cojines encuentran su sitio en otros rincones estratégicos del hogar. Sobre un banco de madera envejecida en la entrada, en un rincón de lectura junto a una lámpara de fibras o en un dormitorio con ropa de cama de lino en tonos marfil y celeste, estos accesorios transforman la decoración sin esfuerzo y sin necesidad de cambiar los muebles.
Para potenciar el efecto acogedor del estilo costero, las mantas de algodón son el complemento perfecto. En versión ligera para las noches de verano o con tejido más grueso en invierno, funcionan tanto en sofás como a los pies de la cama. Optar por tonos arena con detalles en azul añade un sutil contraste, mientras que los diseños de punto grueso o con flecos aportan un aire relajado y desenfadado, perfecto para un hogar inspirado en el mar.

Cómo combinar estos muebles y complementos para un estilo costero equilibrado
- El secreto de una decoración costera bien lograda está en encontrar el equilibrio perfecto entre materiales y texturas. La madera lavada y las fibras naturales, como el ratán o el yute, aportan calidez, pero conviene combinarlas con elementos más ligeros, como cristal o cerámica blanca, para evitar una estética recargada. En los textiles, apuesta por una base neutra con toques de azul y arena, logrando un efecto relajante sin caer en excesos temáticos.
- La luz natural es la gran protagonista del estilo costero, por lo que potenciarla debe ser una prioridad. Opta por cortinas de lino o visillos ligeros que dejen pasar la claridad sin restar privacidad. Los espejos de gran formato son aliados clave: reflejan la luz y multiplican la sensación de amplitud. Para un extra de luminosidad, elige muebles en tonos blancos o madera clara, creando un espacio fresco y armónico.
- Las plantas aportan vida y acentúan la conexión con la naturaleza propia de la decoración costera. La costilla de Adán y las palmeras de interior evocan paisajes tropicales, mientras que la lavanda seca introduce un aroma sutil y sofisticado. Distribuirlas estratégicamente en cestas de mimbre o jarrones de cerámica refuerza la estética sin romper la armonía visual del conjunto.
- Los detalles decorativos deben ser sutiles y bien escogidos. En lugar de llenar cada superficie con conchas y redes marineras, apuesta por cerámica artesanal, lámparas de fibras o cuadros con motivos marinos en tonos suaves. La clave está en crear una atmósfera relajada, donde cada elemento sume sin saturar, logrando un hogar que respire el encanto sereno del estilo costero.
El estilo costero no es solo una tendencia, es una forma de transformar tu hogar en un refugio luminoso, sereno y lleno de calidez. La clave está en combinar muebles de materiales naturales con una paleta de colores suaves que evoquen la frescura del mar. Texturas como el lino, la madera lavada o el ratán aportan ese aire desenfadado pero elegante que hace que cada estancia respire armonía.
Más allá de los grandes protagonistas, los detalles juegan un papel esencial en esta decoración. Unas lámparas de fibras naturales, una alfombra de yute o unos cojines en tonos arena pueden marcar la diferencia sin necesidad de hacer grandes cambios. La luz natural, los textiles ligeros y una selección cuidada de accesorios logran ese efecto de amplitud y confort que define los interiores más inspiradores.
Ahora que ya conoces los 10 muebles y complementos imprescindibles, solo queda elegir los tuyos y darle a tu hogar ese aire fresco y elegante del estilo costero. Descubre nuestra selección en Muebles Detena y transforma tu hogar hoy mismo.